Otro partido flojo del Real Madrid en el campaña 18-19. Esta vez, sola la liviandad del rival, un flojo aunque impetuoso Rayo Vallecano, evitó que el equipo de Solari perdiera puntos en Liga. Y todo podría haberse sumido en el caos si entre Courtois y Carvajal no hubiesen salvado el empate vallecano en el minuto 93 bajo los palos de la portería.
Ser del Real Madrid en este curso es un deporte de riesgo. El equipo muestra unos síntomas de desidia preocupantes, y el espectador se cansa de ver mediocridad en el juego de grandes campeones. Y es que, y solo en un cincuenta por ciento de los partidos, el único que está jugando bien esta temporada es Karim Benzemá. Gracias a él, y tras un buen pase de Lucas Vázquez, el francés anotó el único tanto del encuentro.
El resto ofreció poco, si bien el equipo blanco hizo una buena mitad ante un equipo que daba muchos espacios. En este baile, el rey fue Karim, que se movió con una soltura a la que acostumbra en sus mejores ocasiones. Todo lo contrario que Marco Asensio, cuya autoestima ha de andar perdida en algún archipiélago de Oceanía.
Y, en estas, llega el Mundial de Clubes. Un escenario trampa para el equipo de Solari pues, presumiblemente, en la final tendrá a River Plate. Los argentinos, eufóricos, saldrán con cien grados de temperatura más al césped. Ganar este trofeo sería la única forma de hacer una lectura algo positiva a este final de año para olvidar del campeón de Europa.
Fotografía: Realmadrid.com
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