Inicio 1ª División El Barça es su «dios» y Piqué el profeta del barcelonismo

El Barça es su «dios» y Piqué el profeta del barcelonismo

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Piqué es un personaje imprescindible en el mundo Barça. Imprescindible. Prefiero a jugadores como Piqué o Ramos aunque, a veces, no esté de acuerdo ni en el fondo ni en la oportunidad de algunas de sus declaraciones. Nadie es perfecto pero a uno y a otro se les venir. No hay que interpretarlos ni que traducir sus declaraciones. Hablan en “román paladino”. Todos entiendemos lo que quieren decir.

Esta vez Piqué, con sus palabras, ha metido el dedo en el ojo del madridismo aludiendo, tras el partido de Champions en Lyon, al conflicto del baloncesto. Hacía mucho tiempo que un partido de basket no eclipsaba una semana entera de fútbol. Ya sabemos que los eclipses se producen de tarde en tarde. Piqué ha usado el incidente de la “última canasta” para recordar que el ADN Barça, hoy por hoy, lo representa él y no los ejecutivos que dirigen el club.

Él es la voz que alimenta al mundo culé y él va a ser, más tarde o más temprano, al que siga el barcelonismo. Tiene carisma, arrojo y la ausencia de diplomacia que hace falta para decir lo que la gente de su onda quiere escuchar. No importa lo que sea, el grado de veracidad o las consecuencias. La masa que puebla las gradas en un estadio de fútbol, en este caso el Camp Nou, quiere que le digan lo que le agrada, no importa si es verdad, media verdad o mentira. Quieren escuchar eso que les refuerza como grupo. Piqué es un maestro. Las mismas cosas las puede decir Bartomeu pero no comunica ni la mitad y lo sabe por eso, entro otras razones, le guarda el aire al central/ejecutivo.

Para mí lo trascendente del discurso de Piqué, no es el dedazo ocular al madridismo. Es la constatación del hecho al que me he referido antes. No se trata de nada nuevo, pero  adquiere más relevancia cuando el central del Barça demuestra  que, además de sus “busines” y de sus viajes de ejecutivo de relumbrón, puede rendir todavía a un enorme nivel y maquillar  carencias del Barça que van desde la defensa al gol. La jerarquía de su liderazgo moral trasciende a lo deportivo y deja claro que, cuando él quiera, tomará posesión de la corona blaugrana y será por aclamación.

Lo de criticar al Madrid es un clásico que ya, para el madridismo curtido, no representa otra cosa que un bucle tedioso y carente de originalidad. Una anécdota. Lo que queda claro es que en el alma del barcelonismo de toda España, el que manda es él. Los culés lo tienen claro: “El Barça es su «dios» y Piqué el profeta del barcelonismo”.