El Real Jaén y el Antequera juegan el domingo un partido de los de mayor jerarquía que se pueden dar en este campeonato. Dos equipos que van a estar en la pelea por el ascenso y que han llevado con sostenida eficacia su andadura por la Tercera División.
Al Real Jaén le hace falta la victoria para seguir arrancando hojas del calendario y certificar, cuanto antes, su condición de líder. Los malagueños vienen a lograr los puntos que les sigan manteniendo seguros en su lucha y que, quién sabe, si le pueden servir para dar caza al tercer clasificado.
Sea como fuere este partido va servir para comprobar cómo llegan dos conjuntos potentes al tramo final de la temporada. Los dos quieren los puntos, los dos los necesitan. Ambos cuentan con una plantilla capaz de ofrecer oposición seria al rival. La primera vuelta deparó un triunfo holgado de los jugadores de Aybar y, aunque solo fuera por eso, el choque va a tener cierto aroma de revancha. Entre equipos fuertes siempre escuecen ese tipo de cicatrices.
Lástima que dos buenos equipos tengan que derramar su fútbol sobre un terreno de juego que favorece poco el tránsito regular de la pelota. El Real Jaén, con una plantilla hecha para jugar al fútbol, es el más perjudicado porque el factor campo, muchas veces, favorece a los rivales con más problemas para establecer relaciones con el balón.
El Antequera, seguramente, también acudirá a La Victoria a proponer cosas y a tratar de jugar bien al fútbol por lo que, como a los locales, el campo le va a ayudar poco. Es una pena que partidos como este pierdan velocidad y brillo creativo por tener que desarrollarse en una superficie poco apropiada.
Lo que faltará de lujo en el terreno de juego, por su mal estado, estará de sobra en los graderíos del Estadio de La Victoria. La afición jienense desea ver cómo su equipo certifica y cierra la fase regular como campeón del Grupo IX. Los hombres de Germán Crespo saben que solo dependen de ellos mismos y que cumpliendo con su parte, el Real Jaén podría ascender solo con superar un cruce y evitando el calvario de una liguilla larga y tensa.
Partidos como el que enfrentan al Real Jaén y al Antequera pueden servir para elevar la moral de la afición y la autoestima de los jugadores. Son dos equipos que van a venderse caros y que, antes de que se juegue, anuncian un partido de los que se puede disfrutar pese a la tensión que, sin duda, va a vivirse en el campo por la importancia de los puntos. En el erial de la Tercera se agradece, de cuando en cuando, ver un cartel que promete cosas diferentes. Ojalá se cumpla el pronóstico y el fútbol, pese a los elementos terrenales, sea de altura.
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