Neymar puede volver a La Liga. Se trata de una operación disparate. El dueño de los derechos deportivos del jugador, el poderoso Al Khelaifi, ya se ha dado cuenta de que Neymar no es una apuesta segura. Tiene 28 años y sigue siendo una promesa que apunta alto. El problema es que hace dos temporadas que llegó a París y allí no ha pasado nada especial impulsado por Ney. Llegó como genio en evolución y ha involucionado. Ni ha crecido ni ha aportado nada notable y, además, el infortunio le ha apartado de las fechas clave para el equipo de la ciudad de Luz.
Una operación ruinosa. Más de doscientos millones, prima para el progenitor, gran contrato y el PSG solo ha ganado lo que solía ganar y dinero en camisetas. Pírrico balance. Negocio ruinoso. Con ese panorama, Al Khelaifi lanza una oferta para distraídos. Quiere sacar a Neymar pero no lo quiere regalar. Para no dar cifras que darían risa, ha usado un eufemismo y se refiere al precio de la operación como a una talla de ropa, XXL. Una broma.
Es lógico que pretenda recuperar dinero porque, el tiempo, con el brasileño ya lo ha perdido. Ha perdido dos temporadas. La Champions, para lo que el brasileño fue llamado, es una entelequia, una quimera.
Así las cosas, es aterrador que el Barcelona se ponga a tiro y desembolse, lo que sea, por un futbolista caprichoso, indolente, en involución y cargado de rémoras sociales que le convierten en un espectáculo «metafutbolístico».
Bartomeu anda en la encrucijada de Griezmann y eso debe haberle provocado alteraciones de ánimo o de percepción. El fútbol tiene caminos que, a veces, conducen a ninguna parte y tengo la sensación de que el Barcelona, si se confirma su interés, circula por uno de final incierto y de consecuencias que pueden ser muy desagradables. Pese a todo el fútbol, también, hace cosas que parecen milagros y que le conceden el valor y la potencia que tiene. Habrá que agarrarse a eso si, finalmente, Neymar vuelve al fútbol español.
Caiga donde caiga va a necesitar que el fútbol haga el milagro de rehabilitarlo, para no convertirse en el timo de la temporada. Ojalá tenga suerte y, si vuelve, vuelva en figura consagrada, responsable y no en el eterno Peter Pan que lleva años queriendo llegar a ser …sin éxito.
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