El sorteo de Champions es el que es pero permite darle vueltas durante meses. Lo objetivo es que todos los que han entrado en este bombo saben que, para llegar a la final, hay que tragarse varios huesos. No hay tantas “madres” como para llegar a puerto sin un esfuerzo notable en cada eliminatoria.
La teoría dice que el mejor parado es el FC Barcelona. De salida se coloca al Nápoles fuera de la próxima ronda por sus antecedentes próximos. Gattuso es todo lo contrario de lo que propone el Barcelona pero ese análisis invalida los posibles cambios en la mentalidad de este equipo italiano y la experiencia que acumulan muchos de sus hombres, sin contar el talento de algunos valores emergentes como Fabián. Mal haría el Barcelona en pensar que Nápoles solo es un atraque de paso. Valverde lo sabe y no creo que lo permita.
El Real Madrid en Champions siempre es un rival indeseable. El City de Guardiola casi se ha quedado sin opciones en la Premier y va a este lance con la sensación de jugarse el pase y toda la temporada. En un choque muy equilibrado cabe preguntarse si al equipo inglés le repercutirá positiva o negativamente la presión con la que parece que va a acudir. Queda mucho tiempo para que se juegue el primer partido. El Real Madrid es un equipo muy fiable cuando se trata de Champions. Da igual su situación en la Liga, cuando juega esta competición, es un equipo correoso, eficiente y muy duro de roer. Sin duda la perla del sorteo.
El Atlético de Madrid juega contra el Campeón. Este elemento, seguro, va a ser utilizado por Simeone para exigir lo máximo a los suyos. El técnico argentino es un maestro de la épica. Tratará de llevar a sus jugadores y a su afición a un punto de efervescencia máxima. Con los aficionados da igual a dónde ponga el listón. A los jugadores debe llevarlos solo al nivel del mejor rendimiento en cada caso. Una sobreexcitanción no es beneficiosa. El Atleti tiene argumentos futbolísticos suficientes para jugar sin gacer guerrra de guerrillas. Por ese camino es muy probable que le pueda ganar al Liverpool. Un ardor no controlado sería el mejor aliado de los ingleses.
El Valencia es un equipo rearmado. Pocos, no hace tanto, esperaban verlo aquí. Está y se ha emparejado con un equipo que, como los valencianistas, ha tenido que remar mucho para colarse entre los mejores de Europa. Ahora ya no sabemos cual es el techo del equipo de Celades. Lo cierto es que la eliminatoria está en su órbita. Los italianos llegan muy altos de moral por la forma en la que se han metido en este bombo pero, en eso, hay un empate claro. Veremos cómo están en el momento del cruce.
Sobre el papel se pueden hacer las cábalas más variadas. Es la ventaja que nos da el tiempo y la capacidad de especular. Luego, con toda seguridad, habrá episodios inimaginables que serán reales. El fútbol es lo que es, precisamente por eso.
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