Inicio Opinión Antonio Oliver ADA Jaén, obra de autor, firmada por Honorato Morente

ADA Jaén, obra de autor, firmada por Honorato Morente

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Alberto Latorre, Honorato Morente, Carlos de Blas y Justo Gámez

Las cosas pasan porque alguien las impulsa, las facilita. El tiempo suele cubrir de polvo las historias y si no tomas el suficiente interés solo percibes siluetas, aproximaciones emotivas, prejuicios y datos imprecisos casi siempre. Sin embargo al pasar los dedos de la memoria sobre los hechos, aparecen con claridad las caras, los nombres, los papales de cada uno y lo que hicieron en ese momento. La verdadera historia.

Honorato Morente es el autor de una de las obras que ya pertenecen a la historia de Jaén. ADA Jaén, dejó de ser muy pronto un equipo de balonmano para convertirse en la ilusión de una ciudad y de una provincia.

Durante varios años, un puñado de amigos que jugaban a balonmano se unieron a un hombre que siempre tuvo más corazón que freno cuando la empresa le ilusionaba. Se fundieron tanto que los límites desaparecieron y Honorato se metió en el corazón de todos. Era el motor de aquella maquinaria de balonmano y afectos. Esa pandilla de genios del balonmano jamás olvidó a su capitán y lo mejor es que él, antes de dejarnos, lo pudo comprobar. Lo querían.

La mezcla fue un episodio que forma parte de la memoria feliz de muchos miles de jienenses. Ese es su legado. Lo recordamos y todavía se nos viene a la garganta el nudo de esas emociones que no puedes reprimir y que solo se expresan con abrazos y lágrimas. El tiempo ha ido dado valor a lo que Honorato Morente hizo. Permitió que los jugadores pudieran expresar su talento y ahí empezó todo.

Aquel verano la plantilla, los técnicos y los amigos del Balonmano Jaén tenían dos citas diarias. Una en Radio Jaén, vendiendo ilusión y otra en la calle vendiendo abonos. Una mañana, en plena calle, Honoraro Morente abordó a Justo Gámez. Se lo llevó al Bristol y allí tomaron un café que cambió el curso de los acontecimientos. Se puso la primera piedra de uno de los fenómenos más importantes del deporte en Jaén. Honorato, después lo conocí muy bien, era un hombre capaz de ilusionar a cualquiera y, cuando él se ilusionaba, no tenía techo. Justo Gámez, más que ilusionado terminó esa reunión perplejo: «Tú dedícate a entrenar que yo me ocuparé de lo demás». Ese día, sin que lo supieran, nació entre ellos el germen de una amistad indestructible.

Honorato se puso en marcha ese mismo día. Solo tenía algunos datos que le había dado Justo Gámez. Al día siguiente se fue a Madrid. Desde un hotel llamó a Justo y le pidió que fuera. Justo le había contado que tenía dos amigos de INEF con los que había hablado para jugar en Jaén, Topete y De Blas. Al llegar al hotel le recibió Honorato. No estaba solo. Con él estaban Paco Sánchez, Carlos de Blas y Francis…allí comenzó a esbozarse «la obra de autor» firmada por Honorato Morente y por la que siempre será recordado. Ya no está, pero jamás caerá en el olvido. Se lo ganó por corazón. Gracias.