Segunda jornada liguera para el Real Jaén y segundo tropiezo consecutivo del equipo comandado por Jaime Pérez. Esta vez ni La Victoria pudo sumar los tres puntos para los blancos que empataron a dos ante un serio Torredonjimeno.
El soporífero y cachazudo ritmo que puso el Real Jaén en el primer tiempo fue motivo más que justificado para provocar los bostezos en la tribuna de La Victoria. La endeblez defensiva también estuvo presente, como ya es habitual, durante el choque. El cuadro de Chumilla se aprovechó de ello.
Ni la mejora en intensidad en el segundo periodo de un equipo que competía con diez jugadores tras la expulsión de Julio de Dios fue suficiente para amarrar los tres puntos. A pocos le extraña este resultado en dos jornadas paupérrimas de los blancos. Las malas sensaciones encontradas en la pretemporada siguen presentes. Es lógico que un equipo recién moldeado no pueda funcionar como la mejor maquinaria recién engrasada.
Dudas desde arriba
No todo lo peor brota desde el verde, puesto que la presencia de Arsenal se asoma en La Victoria cada vez que el rival acecha la meta de Ángel de la Calzada. Esa inseguridad está más que presente en la figura del actual entrenador, ojalá que lo sea por mucho tiempo. Jaime Pérez es conocedor de que cada partido es un desfile para él por la cuerda floja en la función del circo del Real Jaén.
Corre brisa y el castillo de naipes ya se tambalea, en cuanto esta pase a ráfaga el castillo caerá. No queda mucho para ello. Mientras tanto, la plantilla sigue esperando la totalidad de su primera mensualidad. Paralelamente, el presidente ya saca su repertorio de promesas que intentan justificar el vacío de su cartera. El tiempo corre, las jornadas avanzan y el Real Jaén está más próximo a los puestos del descenso que a la cabeza de la tabla. El sábado a las 17:30h espera el Porcuna en el San Benito, nueva prueba de examen.
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