Inicio Real Jaén Crónica de un esperpento anunciado

Crónica de un esperpento anunciado

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El proyecto deportivo de Puskas en sus últimos días (Real Jaén)

Imposible caer más bajo, aunque en el Real Jaén todo es posible. Hoy hemos asistido a una de las páginas más lamentables de la historia de la entidad. El caos deportivo es solo un triste reflejo de lo que mostró esta mañana el desangelado graderío y palco de La Victoria.

La noticia de hoy no es la penosa imagen mostrada de un equipo que se enfrentaba a un humilde y modesto Huétor Vega. El caos futbolístico ya se hace típico en la casa blanca. Una situación terrible y provocada por la nefasta gestión de un presidente que se regocija en su palco, mientras patea con desprecio a los que fueron sus quitavergüenzas durante meses.

El Real Jaén es una casa de locos repleta de muñecas rusas. Siempre hay un personaje que protege a su amo. El caso más evidente es el de Andrés Rodríguez, esbirro y punching ball de Tomás Membrado. Como niños sin consciencia, disfrutan de sus sucias triquiñuelas y proyectos tirados por tierra. El ejemplo vuelve a evidenciarse con la figura de un, hoy dolido, Puskas. Esa persona que ha definido a Rodríguez como un ser endiosado y amado en la ciudad hace escasas semanas ante los medios de comunicación.

Sin escrúpulos, el amo se cansó de su sirviente. El cual ya no puede ni siquiera acceder a su despacho donde realiza sus labores, sin recibir un céntimo durante meses. José Antonio Presa Puskas es la cabeza visible de los ya repudiados. Detrás de él, persiguen su camino Checa o Julián Díaz. Hoy, todos ellos se lamentan de haber seguido el sucio juego de su jefe. Un mandamás al que definen ellos mismos como un individuo desestabilizador dentro del proyecto, cuyo objetivo no era otro que el de dividir el vestuario. 

Hoy, quizás, puedan entender a una afición cansada de engaños. Una afición que también contó y cuenta con personas que defendieron y defienden a capa y espada la gestión de Membrado. Posiblemente, personas que fueron engañadas como el equipo de Puskas. Hoy es día de lamentaciones, pero también es un buen día para enumerar la amplia lista de promesas incumplidas del proyecto del aceite de oliva.

Disfruta retrepado en su poltrona, y lo seguirá haciendo mientras una mano cómplice esté de su lado. Un sostén que también ha estado presente de la mano de una plantilla que ha permitido su juego sucio. Los jugadores tienen dos opciones ahora, seguir riendo las gracias del mandamás o plantarse y decir basta. Iba a decir que su sueldo está encima de la mesa, pero la realidad es que tampoco lo está. Es hora de expresar ese sincero sentimiento, de poco sirve ocultarlo y mostrar la cara más apetecible.

Es tarde para los lamentos que hoy recogemos más de uno. Ya lo avisamos, diría alguno. Ha jugado, juega y jugará con vosotros. Suerte que al fin abrieron los ojos. Juego de contrastes, hoy puede ser el día en el que el Real Jaén tocó fondo y resurgió de sus cenizas. O bien, puede ser el día en el que el Real Jaén metió los pies en el lodo y se quedó atrapado en él para siempre.