Inicio 1ª División Dani Alves: Brasileño, aplicado, divertido y perfectamente serio

Dani Alves: Brasileño, aplicado, divertido y perfectamente serio

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El fútbol es un universo de sensaciones que cada uno interpreta a su manera. Como periodista deportivo llevo toda mi vida tratando de encontrar, como si del Santo Grial se tratara, la razón por la que el fútbol tiene ese magnetismo capaz de reunir a gentes de distintas raíz, de culturas diferentes, con ideologías diversas y muchas veces radicalmente opuestas.

Dani Alves es un futbolista que rompe el tópico de jugador brasileño indolente y desaplicado. Al finalizar el partido contra el At. de Madrid dijo que la razón por la que podía seguir jugando al fútbol en la Selección de Brasil y en el FC Barcelona es porque ha respetado mucho su trabajo.

Ese partido terminó con Alves expulsado por una incomprensible entrada a Carrasco. Roja inapelable. Pidió disculpas y aseguró que no tenía intención de dañar a un compañero. Merece ser creído.

Sigo la pista de Alves desde que llegó al Sevilla FC y su historia allí, Joaquín Caparrós mediante, merece ser contada en otro momento. El rastro de Alves nos deja siempre momentos de pasión, de gestos singulares pero pocas veces ha pervertido el juego con acciones violentas. Su capacidad como futbolistas no ha necesitado recursos ilegales en el campo. Ha sido, más veces, víctima de su calidad y de su vacación de atacante.

Hoy, en mitad de las críticas por su acción contra Carrasco y entre las alabanzas por su aportación deportiva a este FC Barcelona tan necesitado de líderes efectivos, quiero dejar unas palabras de Dani Alves respondiendo a mi eterna pregunta: ¿Qué tiene el fútbol para arrastrar, de manera incondicional, a millones de personas en todo el planeta?