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C.D. Navas, experiencia y eficacia, gana la Copa Presidente Diputación a Inter (2-0)

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El fútbol provincial, los equipos de pueblo, han vertebrado históricamente los territorios. Raro es el pueblo de la provincia de Jaén que no tiene un equipo de fútbol en alguna categoría. Esa fórmula de intercambio y visitas obligadas ha alimentado las rivalidades más bizarras pero también ha facilitado las relaciones entre municipios. 

El fútbol es uno, pero tiene tantos acentos como aficiones y ahí reside su diversidad y el secreto de que algo pueda ser visto de maneras diametralmente opuestas al mismo tiempo, dependiendo del color del ojo que mire.

Las bases del fútbol tienen sentido porque existe la élite. Todo lo que se mueve abajo, se mueve por la aspiración de abandonar los escalones inferiores y llegar a la cumbre de este deporte. Sin embargo hay sabores que solo se dan en el lugar donde empieza todo. El fútbol modesto.

Mengíbar fue ayer la capital del fútbol jienense por un día. CD Navas e Inter de Jaén llegaron a la Final de la XIII Copa Presidente de Diputación. Se trata de una competición provincial que auspicia la Excelentísima Diputación de Jaén y en la que participan equipos de las divisiones desde las que arranca el fútbol. Sin embargo en Mengíbar se vivió anoche una jornada especial. Se han emulado los protocolos de las grandes citas futbolísticas y las dos aficiones pusieron, cada una, su color y su sonido en la previa y durante el partido.

Las gradas se cubrieron con los símbolos de ambos conjuntos gracias al entusiasmo y a la emoción que empeñaron las dos aficiones. Sin embargo la cita era general y en el estadio Ramón Díaz, en Mengíbar, se veían rostros conocidos de todo el universo futbolístico provincial, una fiesta.

Esencialmente el fútbol es eso, sin embargo en estas categorías se recrea todo lo que ocurre en las élites pero a escala. La misma pasión, las mismas urgencias, los mismos puntos negros, el mismo entusiasmo cuando se gana e idéntica desolación cuando se pierde. 

La victoria fue para el CD Navas que hizo valer su experiencia en finales y la categoría. Tuvo más oficio. El fútbol podía haber llevado el encuentro por otros derroteros porque hasta momentos antes de finalizar la primera parte había tablas, pero los de Antonio Collado fueron más certeros y aprovecharon su primer gol, ligeramente pasado el minuto 40, para adelantarse y sembrar la duda en el equipo interista que encajó el segundo en las últimas acciones del primer periodo. Renta clara y momento fatal para los capitalinos. La segunda parte fue de ansiedad para Inter que, en su deseo de igualada pudo ser severamente castigado pero el marcador ya no se movió. C.D. Navas 2 (Chus y Rojas) – Inter de Jaén 0

Después de haber llegado y perdido en las dos últimas finales, los naveros lograron el trofeo. Inter de Jaén, ha realizado un excelente torneo y ha logrado alcanzar su primera final. Tiene mucho mérito estar ahí. El tiempo, seguro, que guarda para los interistas nuevas oportunidades. Buen trabajo de su técnico Jose López y de un plantel que en ningún momento le perdió la cara al choque. El fútbol, a la larga, devuelve lo que no concede en el momento. Les toca perseverar.

Al terminar el partido sales del campo con las mismas sensaciones que puedes arrastrar tras un encuentro de Champions o de un Clásico. Es todo igual, solo que en un marco doméstico. Quejas arbitrales, euforia en la recreación de un gol, críticas al planteamiento del entrenador, incomprensión ante el fallo de un jugador «casi a puerta vacía» y, finalmente, resignación.

A lo lejos sonaban todavía los cánticos de júbilo de los vencedores y en la retina la imagen triste del vestuario en el que se está rumiando la derrota. El alma del fútbol es solo una, pero tiene tantos territorios como seguidores. Cada aficionado es una isla y en ella rigen leyes diferentes que cambian según conviene. Es el milagro del fútbol, da igual dónde lo veas.