Sevilla. El Real Madrid ha goleado (0-5) al Real Betis en su visita al Benito Villamarín correspondiente a la vigésima jornada liguera. Los goles de Cristiano Ronaldo, Gareth Bale, Karim Benzema, Ángel Di María y Álvaro Morata hicieron caer sin demasiada exigencia el castillo de naipes que en estos momentos es el equipo de Juan Carlos Garrido.
El Madrid salió al campo con todo y el Betis con lo que tiene, que es nada. Sin embargo, los verdiblancos comenzaron el encuentro devolviendo las intentonas madridistas con igual intensidad, empujados por el calor de la grada. El buen inicio de los locales duró, eso sí, tan sólo diez minutos. Insuficiente para un equipo que lucha por mantenerse en la máxima categoría.
Fue el momento en el que las piezas ofensivas del Madrid hicieron ‘click’ y encajaron. El primero en presentar sus credenciales fue Ronaldo, que galopó por el carril central rompiendo la cintura de Paulao para a continuación lanzar un misil que Andersen no alcanzó tan siquiera a ver.
El siguiente hachazo volvió a llegar tras el vendaval que el portugués deja a su paso. Partió de la banda derecha tirando una diagonal hacia dentro hasta ser trabado por la defensa. El caramelo lo recogió con gratitud Gareth Bale, que chutó de falta directa como acostumbraba en White Hart Lane con idéntico resultado al que solía conseguir en Londres: gol.
En adelante para el Betis sólo quedó una hora de montaña que escalar, y cada vez con menos aire que inhalar. Ante el Real Madrid como rival, la situación para los jugadores verdiblancos se presentó como lo más cercano que estarán nunca de subir el Mont Ventoux francés en un día de julio.
El partido ya no volvería a rondar ni tan siquiera cerca de los dominios locales, pues Xabi Alonso y, sobre todo, Luka Modric levantaron sobre el césped del Villamarín su particular centro de mando y tomaron para no soltarlo el ritmo y destino del choque.
Antes del descanso hubo tiempo para que Karim Benzema ampliase la distancia tras una excelente maniobra del centrocampista croata, que tumbó de un solo quiebro a dos defensas para después dejar al francés el honor de culminar la acción. Todo ello sin despeinarse.
El Betis se agarró a las ganas de Leo Baptistao y a la lucha solitaria de Jorge Molina y Rubén Castro, pero la portería de Diego López siempre estuvo a buen resguardo. Todo lo contrario a la de Andersen, que se vio envuelta en un continuo bombardeo que no cesó hasta el conclusión.
La goleada la completaron Ángel Di Maria, fantástico en su labor por las zonas interiores del campo, y Álvaro Morata, que aprovechó los minutos finales para asestar el golpe definitivo ante una zaga que ya retiraba sus líneas del campo de batalla sin oponer resistencia.
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