Inicio 1ª División El Betis se rehace en su terreno

El Betis se rehace en su terreno

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EFE Betis GolSevilla. El Real Betis ha doblegado (2-0) al Getafe CF en la vigésimo séptima jornada liguera. Los goles de Leo Baptistao y de Rubén Castro convirtieron el dominio verdiblanco en tres puntos que vuelven a insuflar moral a un equipo necesitado de todo.

En Getafe no se había oído hablar de la palabra descenso esta temporada hasta hace unas semanas. Su batalla era otra, o eso parecía. Para el Betis, descenso lo era y es todo. Ahora, cuando la recta final de la competición ha tocado a la puerta, cada cual ha de hacer el último esfuerzo de guerra por su parte y en solitario, con las armas fabricadas y encontradas a lo largo del año.

A los verdiblancos el escenario les es tan familiar como el barrio de Heliópolis, y no tienen más opción que la de desinflarse en cada partido esperando a que el milagro caiga del cielo. A los jugadores del Getafe, sin embargo, los acaban de dejar varados en mitad de la marabunta, en una contienda que no sienten como suya y con espadas de madera de punta redondeada.

Atenazados, los azulones saltaron al césped del Benito Villamarín y pronto se vieron rodeados por once tipos andrajosos, polvorientos y que se saben abocados cada semana a sufrir y pelear sin esperar ya nada a cambio. También con los trucos bien aprendidos para desplumar a los que llegan confiados.

En uno de los primeros balones por alto del encuentro, Leo Baptistao se anticipó a todos y corrió al primer palo para rematar a gol. El botín, que jornadas atrás habría sido desperdiciado minutos después sin género de duda, se guardó esta vez a buen recaudo, bajo la piedra suelta del callejón más recóndito del lugar.

N’Diaye, Lolo Reyes y Salva Sevilla se encargaron de despistar a los bien intencionados jugadores del Getafe mandándolos a visitar el otro extremo de la ciudad. Consiguieron despejar la calle que les interesaba, la del carril central, por la que han galopado demasiados futbolistas esta temporada. Una vez completada la primera maniobra, el resto del engranaje fue puesto en marcha.EFE Leo Baptistao Betis

Embriagados los visitantes por el panorama, por el oro, y por la Torre del Oro, con la vista ya cautiva, los niños salieron de sus escondites. Cedrick por un costado con su velocidad endiablada por allí, Rubén Castro sabiéndose el más listo de la calle por allá. Y en una de esas Lacen se perdió por las callejuelas de Santa Cruz y se dejó el balón y la cartera atrás. El goleador canario esperaba a la vuelta de la esquina, y en un abrir y cerrar consiguió llevar el cuero a la red del guardameta Codina.

Con el partido en el bolsillo antes del descanso, la tropa de Gabriel Calderón se limitó a repetir lo que estaba funcionando, y de esa forma se consumió el segundo acto por completo. Con el Getafe ensimismado y con el Betis notando la calidez de los tres puntos en el bolsillo, el resultado ya no se movió. Hubo largueros, tropezones, algún sobresalto y balones sacados sobre la línea de gol. Simple fuego de artificio para completar la función, la victoria estaba decidida.