Inicio 1ª División Caballero mantiene vivo el sueño malaguista.

Caballero mantiene vivo el sueño malaguista.

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Imagen: EFE.

Pocas veces podemos decir de un empate sin goles que ha sido un partidazo, pero hoy es una de ellas. Málaga y Borussia dejaron en las retinas de los cerca de 30.000 espectadores que llenaron la Rosaleda un precioso recuerdo en forma de partido de fútbol. Un partido que durante la primera parte se caracterizó por el alto ritmo impuesto por ambos bandos. Tanto Málaga como Borussia fueron a por el gol desde primer momento, sin titubeos,  siendo la escuadra alemana la que llevaba más peligro a la meta malaguista.

El primero en avisar fue  Saviola, sobre el minuto 6, con un recorte sobre Gündogan dentro del área del Dortmund que acabó con disparo, con la izquierda, al lateral de la red del marco defendido por Weindenfeller, que cuajó un magnifico partido. Su homólogo en el equipo rival, Willy Caballero, salvaría a los blanquiazules minutos después -en el  13- al despejar un disparo raso de Mario Götze que se plantó frente al meta argentino con un balón prolongado con la testa por Lewandosky. La volvería a tener Dortmund en el minuto 19 al perder Antunes, con un innecesario regate en mediocampo, un balón frente a Reus que a su vez asistió para la llegada de Mario Götze, que se volvió a topar con un espléndido Willy Caballero.

Quería el Málaga voltear la situación y tras sacudirse los nervios de los primeros minutos mostraron a cuentagotas el fútbol de toque y pausa que Pellegrini les ha metido en vena. Fue así como, corriendo el minuto 30 de juego, Isco logró combinar en el área con el conejo Saviola que, solo frente al portero, no pudo llegar por escasos centímetros a tocar el esférico.

Gozó en el ocaso de la primera parte el Málaga de una doble ocasión, quizás la más clara de la primera parte para el cuadro costasoleño, de la mano de Weligton primero, al rematar un centro medido de Joaquín desde la esquina derecha que acertó a rechazar Weindenfeller y después, con el rechace de éste, Toulalan conectó de cabeza un flojo remate  que Mario Götze, pegado a la escuadra izquierda, mandaría a córner utilizando para ello también su cabeza.

Caballero, héroe una vez más, fue el encargado de protagonizar la última jugada peligrosa de la primera parte al repeler un potente zurdazo de Kehl desde fuera del área. Antes Weligton y Demichelis, de lo más destacado junto a Willy, mantuvieron a raya a Lewandosky que por momentos parecía desesperado.

La segunda parte empezó con asedio alemán y fue Robert Lewandosky el que pudo adelantar al conjunto de Dortmund en el electrónico, pero incomprensiblemente, marró en la definición de un gran pase, con fortuna, de Mario Götze desde la línea de fondo de la parte izquierda que solo tenía que empujar. El ritmo comenzó a bajar y ambos equipos notaban el dispendio de fuerzas de la primera mitad.

El mismo Götze e Isco, los dos últimos poseedores del Trofeo Golden Boy, fueron los encargados de llevar el peligro a las metas contrarias. En el 65 el alemán cruzó en exceso un balón ante Willy, en el 66 Isco enchufó un gran disparo que rechazó Weindenfeller, Toulalan, en segunda jugada, probó suerte con un disparo desde fuera del área sin fortuna. Pellegrini dio entrada al joven Portillo por el activo Javier Saviola, Klopp retiró a Reus, un poco gris, dando entrada a Schieber. Poco más tarde, Roque Santa Cruz sería de la partida por Julio Baptista, muy voluntarioso aunque sin excesiva suerte, para aprovechar en el último tramo de partido las virtudes por alto del paraguayo. Antes, Manuel Iturra, fundamental para el técnico chileno en los partidos de Champions, recibió la tarjeta amarilla que le impedirá jugar la vuelta -al igual que a Weligton que también fue amonestado en la primera mitad- al propinar una patada al internacional polaco Robert Lewandosky para cortar una contra alemana.

El Málaga, cada vez más superado, reforzaba su centro del campo dando entrada a Duda en detrimento de Isco, algo cansado, y confiando en la buena noche de sus centrales. El Dortmund, impreciso, no daba con la tecla para batir a Willy Caballero. Es así como fue muriendo el partido con dos equipos que lo dieron todo para marcar pero que pese a todo no pudieron lograrlo. Tendría la última la firma de Antunes, que consiguió enlazar un zurdazo desde fuera del área tras recibir de Duda, que sorprendió botando una falta previamente ensayada, que paso cerca del travesaño alemán.

Tres minutos de zozobra más tarde, los que duró el añadido, Jonas Erikson pitó el final del partido. Lo mejor para los malagueños es el no haber encajado un gol, lo peor, que el popularmente llamado Westfalenstadion puede ser un infierno para los boquerones. Todo abierto para la vuelta. Málaga seguirá soñando al menos una semana más.