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Portería maldita

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1367280656_272088_1367280815_noticia_normalVistos y leidos todos los argumentos de las partes “casi-contratantes” y a la espera de lo que digan o no los principales afectados, los porteros, lo que ha pasado con De Gea y Navas  puede considerarse ya un Expediente X, un misterio sin resolver.

El caso es intrigante, digno de investigar, de película de ciencia ficción, de humor o de terror. Lo que es cierto es que lo que nos han contado desde ambos clubes hay que tomarselo como lo que es, una información sesgada, incompleta y con el único objetivo de autoexculparse de una de las mayores chapuzas de la historia del fútbol.

“Yo no he sido, has sido tú”, es lo que se vienen a decir los clubes de manera oficial. Patético. Como niños enrabietados que se han peleado por un caramelo. Claro, como no sabemos la verdad, y dudo que la sepamos hasta que alguien la confiese y la demuestre, lo que “mola” ahora es elaborar teorías de la conspiración. Eso es lo que nos gusta.

A  mí lo que más me chirría de este asunto, lo que no me encaja, lo que me sorprende, es la fábula del reconocimiento médico a Navas a las 11 de la noche, cuando supuestamente se había llegado a un acuerdo horas antes. La clave, o al menos una de las claves para entender este entuerto, es saber realmente qué ha pasado entre el acuerdo y el reconocimineto médico. En esas horas en las que la negociación pareció entrar (y salir) de aun agujero negro. ¿Flecos? Siempre los hay, pero se entiende que si todas las partes aceptan una operación de tal magnitud, los flecos deberían resolverse antes.

Si seguimos este hilo argumental podemos culpar en primer lugar a quien o quienes hayan originado esos flecos, al parecer, en el nuevo contrato de Navas. ¿Quién ha sido? Ni idea. ¿Ha sido Van Gaal? ¿Lo ha hecho aposta para “retrasar” la operación hasta que caducara? ¿Esa era la venganza por lo de Ramos? Podría ser. Eso sólo lo sabe el presunto maquinador del plan. O los maquinadores. Un plan, por cierto al alcance sólo de mentes “privilegiadas”. Igual conviene leerse en el futuro el libro de las memorias de Van Gaal.

Si nos olvidamos del morbo, si no somos mal pensados, lo cierto es que toda esta historia huele a que se ha producido un fallo en cadena por parte de todos los negociadores, agentes incluidos, e incluso podríamos acusar al ADSL o fibra óptica que tengan instalados ambos clubes en sus oficinas.

Ya en serio, los más afectados son y serán obviamente los porteros. Y aquí nace otra teoría que afecta a la Casa Blanca: “La portería maldita”. Después de finiquitar chapuceramente el tema Casillas, cuando todo parecía tranquilo, el Madrid vuelve a gestionar de mala manera el tema de sus porteros. Se fiche o no a De Gea en el futuro habrá lio. Sobre todo si los dos porteros que sigue teniendo ahora el Madrid lo hacen bien. Muchos no quieren ahora a De Gea. Lo querrán de inmediato si Navas o Casilla (sin “s”) generan dudas. Ya sabemos cómo va esto del fútbol. Al aficionado le resulta muy fácil cambiar de opinión. Al Madrid le está resultando muy difícil gestionar el tema de su portería. Y ya van unas cuantas meteduras de pata. Urge volver a hacer las cosas bien…y a tiempo.