España ganó a Francia. Y lo hizo con un invitado algo novato en esto del fútbol. El VAR (o el videoarbitraje) volvió a ser protagonista en el duelo amistoso entre galos y españoles. Un gol anulado a Griezmann y otro legal de Deulofeu. Un 0-2 que pudo ser un 1-1 de no ser por la tecnología, reclamada por muchos, despreciada por otros tantos. Pero, ¿qué es mejor, avanzar o amarrarse a lo de siempre? ¿El VAR o la tertulia del bar?
Lamentablemente no existe mucha diferencia entre ambos. Hoy, en Saint-Denis, es cierto que el uso de la tecnología ha hecho justicia sobre el verde. Y aunque franceses y españoles jugaron como ‘amigos’, lo cierto es que el VAR entrará en vigor de forma oficial en Rusia 2018 y el tema será más serio.
La pregunta es, ¿será la tecnología la solución de las incansables tertulias post-partido? Nunca. Un día te quitarán y otro te darán y el resultado siempre será el mismo: la queja de los que creen que la tecnología es lo peor que le ha pasado al fútbol y el elogio de los que reclaman un avance en el deporte rey.
Nunca lloverá a gusto de todos. Y si bien el cierto que la tecnología librará de muchos embrollos al colectivo arbitral, la pataleta siempre estará ahí por parte del aficionado perjudicado, y el VAR no solo habrá sido una solución al error humano, sino que será también un motivo más para que nos destripemos unos a otros tras el pitido final.
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