Opinión | Pedro Expósito.- Moneyball (Bennett Miller, 2011) es una película basada en la historia real de Billy Beane , el Gerente General de los Atléticos de Oakland, un equipo de beisbol al que las cosas no les están yendo demasiado bien. Ante la tradicional fuga de estrellas de los equipos pequeños, Beane se ve en la obligación de conformar una plantilla de garantías cara a la nueva temporada con un hándicap de sensible importancia, un limitado presupuesto. Para la elaboración de dicha tarea contará con un una figura novedosa en lo que suele ser una negociación deportiva, un estadista que con decisiones controvertidas, basadas puramente en números, acaba conformando una plantilla no solo de garantías sino también ganadora.
Algo parecido puede ser el actual Málaga Club de Fútbol que tras saborear las mieles del creerse y saberse grande en el apartado económico vive ahora la agría incertidumbre de no saber cuál es realmente su proyecto. Con un verano convulso y tras asumir que habría que optar por un plan “B” el Málaga se enfrentó a una economía de guerra donde, como en el film americano, tuvo que deshacerse de sus principales figuras como Cazorla, Rondón, Mathijsen o Natxo Monreal (fue vendido al Arsenal unas horas antes de acabar el plazo de fichajes del mercado invernal). La figura de Beane, en la película caracterizada por Brad Pitt, ha sido en el Málaga la de Mario Husillos que con el consabido problema económico logró sustituir a las estrellas con jugadores o bien no muy conocidos o bien en un no muy buen momento de su carrera. La clave, hacerlos sentir importantes. Así pues jugadores prácticamente denostados en sus anteriores clubs como Javier Saviola o Roque Santa Cruz se han convertido en pieza básica en el equipo del ingeniero Pellegrini.
Es así como el Málaga ha firmado sus mejores registros en Liga, Copa y Champions League, en la que aún sobreviven jugando un muy buen fútbol.
El último en llegar, Pedro Morales, es otro claro ejemplo de “fichaje Moneyball” de Mario Husillos. En su segundo partido, el primero como titular, llevó al Málaga a la victoria en Vallecas, donde no ganaba desde hace 14 años, con dos asistencias y un gol al mas puro estilo Luka Modrić, un jugador al que tuvo que suplir cuando firmó por el Dinamo de Zagreb.
Follow
