En el mundo del fútbol, especialmente en España, cuando las cosas no funcionan bien para un club a nivel de resultados, donde todo el mundo mira es al banquillo. Injusto o no, forma parte de la cultura futbolística del aficionado español de a pie. Pocos son los dirigentes que, con la afición en contra pidiendo la cabeza del míster, mantienen la paciencia necesaria como para trazar el mejor plan de actuación: echar al entrenador o respaldarlo.
Los dirigentes de la Real Sociedad tuvieron tal disyuntiva no hace mucho, por noviembre -justo hace una vuelta- ante los malos resultados de un equipo que, ya en la jornada 10 y tras caer en Anoeta frente el Espanyol -rival directo en aquellos momentos por la lucha por no descender- apestaba a Segunda para muchos. El equipo de Philippe Montanier se situaba decimoséptimo en la tabla, tan solo un punto por encima del descenso. En Copa la cosa no iba mejor, acababan de perder en el Arcángel por 2-0 frente a un Segunda División, el Córdoba, que luego los eliminaría en San Sebastián con un empate a dos.
El francés, con la soga al cuello, visitaba La Rosaleda una jornada después de la debacle frente a los pericos y los rumores sobre quién ocuparía su asiento en el banquillo, en caso de volver de Málaga con una nueva derrota, no cesaban. Ayudó, y mucho, que Carlitos Vela anotara en el primer minuto de juego y que una gran Real Sociedad se llevará por 1-2 los tres puntos de Martiricos, para que el galo continuase al frente del equipo de Donostia. No cesaron a Philippe y lo cierto es que, desde entonces, la Real ha catado el desagradable sabor de la derrota en tan solo una ocasión, en el Bernabéu, jugando un brillante partido que empezó con la famosa expulsión de Adán en los primeros minutos y finalizó con un espectacular 4-3.
Montanier, muy reforzado, desde el asalto a La Rosaleda ha logrado la friolera de 38 puntos de 57 posibles, con un balance de resultados de 10 victorias, 8 empates y 1 derrota en 19 partidos, que lo sitúan como el tercer mejor equipo desde la jornada del 11 de noviembre hasta hoy. Solo superado por Barcelona, al que derrotó por tres goles a dos en casa, y Real Madrid.
También ganó en Mestalla por un escandaloso 2-5 que supuso la destitución de Pellegrino. En el Calderón, donde nadie había sacado un solo punto en toda la temporada, también se alzó con la victoria. Los donostiarras ya se habían ocupado para entonces de ganar el último derbi vasco disputado San Mamés.
Ahora, tras una vuelta, Real Sociedad y Málaga se vuelven a cruzar con una situación bien diferente. El equipo vasco es ahora el principal rival de los andaluces en la lucha por la cuarta plaza. El truco no es otro que, amén del buen trabajo realizado, la paciencia que en su día tuvieron los encargados de decidir las suertes de Philippe Montanier. Tener en plantilla a Griezmann, Agirretxe, Bravo, Rubén Pardo, Xabi Prieto, Illarramendi y Carlos Vela, entre otros, también ayuda.
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