Tras la conclusión del derbi sevillano en el estadio Benito Villamarín, los jugadores del Sevilla FC se dirigieron hacia el estadio Ramón Sánchez Pizjuán para recoger sus vehículos, como es habitual en estos casos.
Una vez allí, se produjo el bochornoso incidente entre el central sevillista, Federico Fazio, y algunos ultras sevillistas, como consecuencia de que uno de ellos increpara airadamente al jugador argentino exigiéndole que se esforzase más en los partidos. Fazio, que se encontraba dentro de su coche, no supo entender bien estos reproches y decidió bajarse de su vehículo llegando a las manos con este hincha y con otro grupo que se encontraba junto a éste.
Ante esta trifulca, algunos trabajadores del club, a los que se sumaron jugadores que se encontraban en el lugar del incidente como fueron Andrés Palop y Manu del Moral, intervinieron para intentar detener la pelea, que no se consiguió erradicar hasta que una patrulla de la Policía Nacional llegara al lugar de los hechos para poner orden en el conflicto.
Finalmente, con la intervención policial se consiguió apaciguar la situación y la cosa no pasó a mayores.
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