Llegadas estas fechas mi indignación crece día a día.No es justo que aquellos que me trataron bien durante el curso y terminaron los primeros de su clase tengan que jugarse a la carta de una eliminatoria la posibilidad de obtener el premio del ascenso. Más daño me causa esta temporada el hecho de que nuestro Real Jaén sea uno de esos cuatro campeones que pueden quedarse a la puerta de las mieles y no lograr lo que en justa contienda han germinado a lo largo de ese parto anual de nueve meses ligueros.
Recuerdo que el que estas cuitas transcribe en mi nombre acudió a principios de los ochenta a un único Congreso Español del Fútbol y propuso con sentido común que las estructuras de las divisiones tuvieran carácter piramidal, de modo que cada categoría se sustentara por dos más inferiores y que se premiara al primero en pisar la meta con el dulce del ascenso. De esa manera, se volvería al sistema anterior de dos grupos de segunda división y cuatro de tercera o segunda B, y que entre ellos se articulara un sistema de ascenso y descenso automático. A partir de ese mundo profesional se pasaría al deporte aficionado y. en todo caso, con unas prestaciones económicas mínimas que no enmascararan situaciones de amateurismo compensado o profesionalismo encubierto. Además en esas categorías que bien podrían titularse también primera,segunda…etc, pero con el añadido de autonómicas para diferenciarlas claramente de las nacionales, se deberían establecer límites de edades y claras ventajas económicas para aquellos clubes que formaran cantera y futuros ases. De ese modo evitaríamos que los conjuntos nacionales se vean plagados de extranjeros que en ocasiones para nada mejoran los rendimientos de los futbolistas autóctonos. Dicha con respeto mi amargura, mi deseo a nuestro Real Jaén de éxito en sus próximos enfrentamientos.Yo pondré de mi parte y si puedo hacer algún guiño y alojarme en la portería contraria lo haré. La tierra es la tierra.
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