Mañana, a partir de las 19:00 horas, el Real Jaén disputará en Manises (Valencia) el partido de ida de la última eliminatoria de ascenso a Segunda División. En frente, probablemente el rival más duro de todo el Play Off. Ni la experiencia vivida ante el Alavés, cuyo nombre pesó mucho más que sus argumentos futbolísticos, ni frente el Lleida, a quien los jienenses pudieron sentenciar en ambos partidos, se acercan a lo que mañana tendrá que vivir el Real Jaén en el polideportivo de Manises.
Allí, aguarda una afición poco numerosa pero entregada al que ya se ha convertido en el tercer club de la ciudad de Valencia. El estadio estará abarrotado por unos 2.500 espectadores que no dudarán en jugar un papel decisivo por los intereses de su equipo. Sin ir más lejos, el Lucena, rival de los valencianos en la primera ronda del Play Off, denunció hace algunas semanas al Huracán Valencia ante el Comité Español de Disciplina Deportiva debido al comportamiento de sus aficionados. Al parecer, según afirmó el presidente de la entidad cordobesa, Juan Jiménez, la afición del Huracán apedreó el autobús del Lucena hasta llegar a romper una de las lunas. El ambiente fue tan hostil que, según Jiménez, «los jugadores llegaron a estar secuestrados en el autocar durante 45 minutos», hecho por el que tuvo que ser retrasado el comienzo del partido. Según nos cuentan desde Lucena, algunos jugadores sufrieron crisis de ansiedad e incluso se negaron a salir del autobús hasta que fueron escoltados por las fuerzas del orden público. Un total de ocho furgones de la Policía Nacional acudieron para proteger a los jugadores visitantes. Y es que, en palabras de Juan Jiménez, «fue un episodio orquestado por el club valenciano», señalando sin tapujos a Toni Hernández, presidente del Huracán.
Además, según ha informado Radio Jaén durante la semana, un ciudadano se acercó a las taquillas del estadio con la intención de comprar entradas para unos familiares jienenses, pero cuando el trabajador del club supo quiénes iban a ser los destinatarios, le negaron su venta argumentando que ya se habían enviado 200 entradas para aficionados del Real Jaén.
Pero la gran preocupación para la plantilla del Real Jaén está en el terreno de juego, y es que se trata de un campo de reducidas dimensiones cuyo césped artificial se encuentra en un estado lamentable. Por tanto, el Real Jaén no podrá desarrollar su habitual estilo de juego y tendrá que reinventarse para sacar un resultado favorable. Tirar de casta para dominar los balones aéreos y ganar las segundas jugadas serán las premisas fundamentales para mantener viva la eliminatoria. En este sentido, está claro que será muy importante intentar hacer daño a balón parado, principal arma del equipo. Sin embargo, a punto de terminar la temporada, el Huracán Valencia aún no conoce la derrota en su estadio y sólo ha encajado 10 goles. Por otra parte, Manolo Herrero no podrá contar con Fran Machado ni Óscar Quesada, ambos sancionados por acumulación de tarjetas.
De manera que, a pesar de no ser un club histórico como lo son Alavés o Lleida, parece que la visita al campo del Huracán Valencia será un perfecto ejercicio de supervivencia en territorio hostil. La misión, superar la tempestad y traer viva la eliminatoria. En Jaén espera la gloria.
Imagen: huracancf.com
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