Las prisas, aunque a veces son inevitables, no suelen ser buenas compañeras de viaje. Este verano el Sevilla irrumpió en el mercado futbolístico como un rayo; ha vendido a sus dos mejores valores, Negredo y Navas, por cantidades que en principio parecían desorbitadas y además constantes y sonantes. A sus mejores promesas, ya incluso realidades, Luna y Campaña a precios de saldo. Otra cosa es Luis Albertos que, pese a recibir por el mismo una cantidad más que jugosa dada su edad y trayectoria deportiva, habrá que esperar a ver como se desenvuelve en una liga tan exigente como la Premier.
Pero el verano, que ha sido largo, ha ido evolucionando de manera sorprendente y los equipos ingleses y algunos alemanes han impuestos su poderío económico, y como siempre, gracias, entre otras razones, a un racional reparto de los derechos televisivos, se han hecho con los mejores efectivos del mercado.
Sorprende ver como el Cardiff un equipo ascendido de la Football League Championship (segunda división) paga trece millones por Medel, sirva esto como ejemplo del poder adquisitivo de una liga donde la igualdad entre los participantes la hace especialmente atractiva y donde jugadores que aquí pasan desapercibidos tienen una presencia más que importante.
Pero para nos desviarnos de la cuestión de fondo, han sido los dos de siempre los que han puesto el mercado por las nubes. El fichaje de Bale, un chico con cara de minero, y que parece que ha inventado el fútbol, como hace poco Ozil y ya vemos que ha pasado, ha dado lugar a comentarios que claman al cielo, por operaciones que son aberrantes al igual que la realizada por Neymar, pero claro estas cosas y como ha dicho alguien, “ esto genera ilusión en un mundo sin ilusiones”.
Que el Madrid pague por Illarra e Isco lo que ha pagado, que el Arsenal se gaste 45 millones por Ozil, que Guardiola ordene que se pague 25 por Thiago Alcantara y el Tottenham 30 por Soldado, lleva a la conclusión de que vender al mejor extremo derecha y al máximo goleador nacional por unos 50 millones parece cuando menos un mal negocio.
Todo esto sin querer entrar a valorar que tres jugadores de la cantera como los citados anteriormente y con un futuro más que prometedor, hayan dejado “sólo” 12 millones. Lo dicho, tengo la sensación de que el Sevilla Fùtbol Club se ha precipitado.
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