Inicio 1ª División Perbet asesta la victoria en El Madrigal

Perbet asesta la victoria en El Madrigal

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José Requena.- Los dos conjuntos llegaban al choque con la esperanza de cumplir objetivos muy diferentes. El Villarreal por hilar una clara ventaja sobre el rival más cercano a puestos europeos y el Osasuna por alejarse de la zona baja de la tabla. Se repetía en el Madrigal lo que se lleva viendo en todos los encuentros ligueros de la presente jornada 22: el minuto de silencio para Luis Aragonés.

De imprecisiones, curvas y dolores de cabeza

Los amarillos saltaban al césped con un equipo plagado de bajas. Musacchio, Bruno y Cani se quedaban fuera del once por diversas molestias. El argentino lo hacía por no haber superado del todo una gripe, Bruno padecía una microrrotura fibrilar y Cani seguía en las últimas instancias de superar su esguince de rodilla. Mientras, Javi Gracia sentaba a Oriol Riera, Cejudo y Roberto Torres, cuyas actuaciones en el pasado encuentro frente al Athletic no gustaron del todo al técnico del Osasuna.

La primera media hora de encuentro estaba constipada y acatarrada de imprecisiones. El cuero no rodaba con suficiente limpieza y se veía a un Osasuna en bloque, con dificultad en la elaboración y muy constante atrás. Ni Trigueros, ni Uche, ni Giovanni podían inmiscuirse en la zaga rojilla. Poco a poco los pamplonenses fueron metiéndose en el partido con tímidas llegadas al área. Todo se resumía en un Villarreal intentando crear peligro y un Osasuna intentando destruirlo.

Perbet asesina y Trigueros lidera

Perbet asesta la victoria en El Madrigal
Perbet celebra el primer gol del encuentro. EFE.

Recién comenzada la segunda parte, un centro colgado desde la izquierda de Jaume Costa hacía situar a Perbet frente a Andrés, solo y sin oposición, y adelantaba a los amarillos en el primer error defensivo pamplonica. El francés, que había entrado a escasos minutos del final de la primera parte por  la lesión de Uche, metía el primero, sorprendiendo y aprovechando cualquier atisbo de oportunidad.

La manija amarilla la hacía mover Trigueros, quien tenía la difícil tarea de suplir a Bruno. Se ofrecía, corría, esprintaba y corría. Hasta que su esfuerzo le posicionó con el balón en la frontal del área y, con un magnífico golpe seco hacia el lado derecho de Andrés Fernández, generó el segundo de los locales. Tanto en el que el guardameta rojillo podía haber hecho más.

El tercero lo hacía de nuevo Perbet tras un saque de banda puesto en juego por Mario Gaspar, que se la daba a Jonathan Pereira y éste, de primeras, hacía lo propio para el francés, que asestaba un latigazo hacia la portería de Osasuna y colocaba el marcador muy a favor de los amarillos.

Oriol Riera pone la guinda al pastel

Tras la decisión de Javi Gracia de sentarle en el banquillo, el catalán saltó al campo en el minuto 83 para disputar los minutos finales del encuentro. Su técnico no imaginaría lo que vendría después. Armenteros la ponía desde la izquierda para que el propio Riera la metiese de espuela por la escuadra izquierda de Asenjo. Eso, sumado al cabezazo que podría haber puesto a Osasuna a un gol del empate y que se marchó alto, dio al equipo una dosis de motivación de cara a los minutos finales. El equipo pamplonés tuvo tres ocasiones en no más de siete minutos. Y fue la entrada del catalán y el desgaste sufrido por el conjunto de La Plana, lo que llevó a Javi Gracia a cuestionarse si había hecho bien en dejar a semejante jugador en el banquillo. Todo un show.