Inicio 1ª División El Valencia abusa del Betis

El Valencia abusa del Betis

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En esto del fútbol, como en casi todo en esta vida, los errores se pagan.  En Mestalla se enfrentaban dos conjuntos acostumbrados a fallar. Y a pagar por ellos. Sin embargo, tanto en Valencia como en Sevilla se respiraba esperanza. Los béticos venían de conseguir su tercera victoria de la temporada tras cuatro meses de desencantos. Los ches habían conseguido pescar en donde nadie había pescado hasta ahora: el Camp Nou.

En la primera mitad, ambos equipos respetaron sus diferencias. Control del local con ocasiones para ambos equipos. Una de Leo Baptistao por aquí y otra de Vargas, hoy titular, para el otro lado.  Con tal panorama el 5-0 final parecía imposible. Todo cambió como lo hacen los partidos encallados. Con un error. O, más bien, con una sucesión de estos.

N’Diaye perdía el balón en el centro del campo, la rápida jugada del Valencia acaba con Vargas encarando a Adán, que despeja a córner la mejor ocasión del partido. El Valencia perdonó el primer fallo del Betis, pero no el segundo. En el saque de córner, Mathieu remata solísimo en el segundo palo. Imposible saber quién había perdido la marca porque no había nadie cerca. El francés abría el marcador a cinco minutos del descanso.

Hasta ese momento parecía el argumento de un partido espeso, soso y de control que acabaría con ese gol solitario. Pero el Betis, por ahora, es un castillo de naipes. Tiene una estructura débil por culpa de los cambios de entrenador y los problemas extradeportivos. Mathieu había echado abajo ese débil castillo y como si fueran fichas de dominó, un falló empujó a otro fallo.

Además, el Valencia se encuentra tocado por la divina fortuna. Ya se demostró en el Camp Nou, donde materializó todo balón que tocó, lo nunca visto por la ciudad del Turia. Esa hada de la suerte volvió a personarse. Feghouli controlaba mal un saque de banda, el balón decidió encontrarse con la trayectoria de Vargas, que venía de cara para pegarle con todo. Alcácer aparece entre los dos defensas para desviar el tiro a donde Adán no podía llegar. Los de Pizzi habían merecido más en la primera mitad, pero era demasiada recompensa.

Tras los vestuarios, las diferencias aumentaron. La confianza de unos era la pesadilla de los otros. Al Valencia le salió todo y el Betis comenzó a bajar los brazos. Sobre todo después del tercer gol. La obra de arte de Feghouli acabó por descorazonar a los béticos.

El Valencia sólo tuvo que destrozar al contragolpe. Alcácer y Vargas acabarían por cerrar una goleada que mantiene las esperanzas de unos y hunde más a los verdiblancos. Ya saben, el Betis ha cometido muchos errores. Fuera y dentro del campo. Y los errores, en esto del fútbol, se pagan.