Inicio 1ª División ¿Cómo influye la personalidad en la eficacia de un equipo?

¿Cómo influye la personalidad en la eficacia de un equipo?

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ramos golDesirée Amaro.- La configuración de un buen equipo se hace, normalmente en base a las necesidades según las líneas de juego. Pero el jugador, además de tener una habilidad determinada en una posición u otra, aporta otros elementos que condicionan o pueden condicionar la eficacia de un equipo,  estos son la personalidad y el carácter. Son elementos a tener en cuenta dada la complejidad que conlleva trabajar con personas. Construir un equipo sólido a veces va más allá de la necesidad de tener un delantero o un portero.

En muchas ocasiones la personalidad va a condicionar el juego incluso por encima de las habilidades y las competencias técnicas que posee un jugador, este puede tener unas condiciones naturales buenas e incluso excelentes, pero hay otros elementos de su carácter y de su personalidad que le pueden impedir desarrollar todo su potencial o directamente puede hacer que lo desperdicie.

En un vestuario existen personas que actúan desde diferentes centros, es decir, su personalidad puede condicionar sus conductas, podemos encontrar jugadores viscerales e instintivos, otros claramente emocionales y un tercer tipo, que su punto fuerte es lo mental.

Descubrir la tendencia que tiene cada jugador en este sentido nos va a aportar una información muy valiosa de cara una gestión más eficaz del equipo.

Los jugadores instintivos son autónomos y toman decisiones sobre todo por intuición. Suelen ser constantes, directos y honestos, actúan con eficacia ante situaciones comprometidas, son espontáneos y siempre dejan reaccionar al cuerpo sin  valorar las consecuencias, la emoción que más los identifica es la rabia.

Otros jugadores son principalmente emocionales, estos se caracterizan por manejar de una manera natural la inteligencia emocional, buscan constantemente la aceptación de los otros. Facilitan la cohesión y el buen clima dentro del equipo y siempre buscan la unidad en el vestuario, les preocupa su imagen y la del equipo de cara al exterior, construyen relaciones auténticas. Aunque son optimistas, la tristeza y la apatía se les activa si hay problemas dentro del vestuario o no se están consiguiendo los resultados.

El tercer grupo son los jugadores que se destacan por su actividad mental, buscan constantemente la seguridad. Son buenos planificando, en un equipo son los que pueden ayudar a marcar la orientación y los objetivos. Son realistas, están constantemente analizándolo todo, buscando información y valorando los hechos, a veces necesitan muchas explicaciones, les gusta compartir las ideas y suelen ser sagaces y perspicaces. La emoción que los identifica es el miedo, este a veces lo disfrazan con un exceso de prudencia, tienen cierta resistencia al cambio, necesitan datos para tomar una decisión.

Entre los componentes del equipo incluido el cuerpo técnico existen personas de las tres categorías con toda seguridad.

A partir de aquí mi propuesta de trabajo para tener un equipo eficaz es observar y aprender a identificarlos para saber aprovechar al máximo su potencial, teniendo en cuenta que identificarlos es también empezar a hablar en su mismo idioma. Hablar en un mismo idioma es básico para garantizar una buena comunicación, la comunicación es una condición sine qua non para que las personas de un equipo se sientan comprendidas, cuando las personas se sienten comprendidas están en una situación inmejorable que facilita la motivación y el compromiso.

Tener un equipo compuesto de jugadores motivados y comprometidos, es la mejor inversión para conseguir los objetivos que se propongan, es una cuestión de productividad y la base de la productividad en los equipos  está en gran medida en hacer que las personas se sientan bien.