Atrevimiento y coraje. Eso le faltó al Elche en un encuentro del que pudo haber rascado un punto con el penalti errado de Damián Suárez. La situación es clara: los ilicitanos se complican en este último tramo final y se posicionan a cuatro del descenso.
Vayamos por partes. El encuentro en Mestalla comenzó con alegría y armonía entre las dos aficiones. Los ches habían conseguido cuatro días atrás la clasificación a seminifales de Europa League y los visitantes querían aguar la fiesta y respirar más arriba en la tabla. Un partido cargado de choques y en el que se produjo la lesión de Botía. En un encuentro donde hubo ciertas preocupaciones por Rubén Pérez y Barragán, que pudieron seguir.
El Valencia se adelantaba por medio de Piatti tras un disparo errado por Michel y que valió para dar un golpe sobre la mesa, donde hasta ahora no se había escuchado ni susurrar a los ilicitanos. Pero, el fútbol es fútbol, y un error de la defensa che ante una jugada aislada provocaba que Carlos ‘La Roca’ Sánchez habilitara a Coro que remataba a placer.
Se llegó a los vestuarios con empate en el marcador y tras quince minutos de la segunda parte, Parejo adelantaba a los locales de nuevo. Los de Escribá defendían muy atrás y existía mayor intención por amarrar algún punto que por obtener el premio gordo de los tres. Tras ello, el Elche pudo igualar de nuevo la contienda desde los once metros, pero Guaita estuvo acertado ante Damián Suárez, que disparaba raso hacia la izquierda del portero y éste adivinó la trayectoria.
Al final, victoria de un Valencia que sigue aferrándose al sueño europeo y deja al Elche en la cuerda floja, sin tener la sensación de que la temporada siguiente se quedarán o descenderán, solo es cuestión de atrevimiento y coraje, y nada más.
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