El Barça ha ganado la Liga y todo el mundo apunta a Messi. Cierto, es un jugador excepcional y esta vez, sin la carga de responsabilidad que supone tener que ganar un Mundial para Argentina, ha rendido mucho para su club. Sus goles, su rabia y su forma de ajustar las cuentas han sido lo objetivo, nadie tiene obligación de ver más. Sin embargo la Liga es de Luis Enrique pero, sobre todo, de Xavi. Manejar datos no supone conocer otra cosa que los datos. El fútbol es lo que es, porque escapa a la obviedad y siempre premia la sorpresa, el repetente, lo que sirve para ganar y no se espera, por desconocido. Xavi ha tenido la virtud de la invisibilidad. Solo quien es un genio de verdad, sabio, inteligente, humilde, conoce la forma de hacer eso: estar sin ser visto.
Hay cosas que dicta el estómago y otras que aconseja la cabeza. Mirar no es ver, hablar de fútbol no es saber. Hay crónicas, noticias, pero también mucho forraje, después el tiempo decanta y acabamos sabiendo qué pasó. Ahora todo es un correr para contar cosas que pueden haber sido o no haber sido nunca, la pena es que da igual. Nadie reclama. Pocos conocen los pasos, los «apartes» y el desgaste de un jugador de club que ha sabido serlo hasta el final, en el campo y llamandando a consultas a los «embajadores» del banquillo y del vestuario. Labor que no tiene precio y que se hizo a «cencerro tapado». Para Xavi la diplomacia no es desconocida. Este Barcelona ganador, que juega sin Guardiola y que es capaz de hacer cosas diferentes sobre un guión establecido, tiene mucho que ver con un jugador que sabe todo lo anterior y se ha sumado con disciplina a lo nuevo. Estuvo en la grada, en el banquillo, medió en la banda, jugó cuando fue requerido y sumó callando.El respeto se lo ha ganado a los largo de años y ni Messi se atreve, fundamental.
En el fútbol, como en la televisión, lo que no se ve parece que no existe. Sin embargo este Barça sin Xavi en el vestuario hubiera sido menos. Siempre hay un titular , después del titular que se publica. La inmediatez en la información gana minutos, la segunda mirada cuenta la historia. La de hoy es «la Liga que sin Xavi no se hubiera ganado». Vende menos, pero es más fiel a los hechos.
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