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Adiós a la penumbra del banquillo

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La sombra del banquillo es fría, tanto que logra congelar los músculos hasta tal punto que a la hora de levantarse tardan en reaccionar. La oscuridad del final del banco es sucia, ahí es donde se sientan los que saben que su sitio en la cancha es casi inexistente, donde los que podrían brillar dándoles confianza quedan eclipsados; el polvo aumenta en esta parte, extendiéndose alrededor de los que una vez quisieron triunfar. Las ganas de estos jugadores a la hora de saltar a la cancha en los minutos de la basura no son pocas, aunque el partido esté decidido; sin embargo, en muchas ocasiones el rendimiento no acompaña al entusiasmo.

No obstante, existen situaciones en los que el deportista explota, cansado de estar sentado, e impresiona al entrenador, a sus compañeros y a la afición, mostrando una calidad que creían inexistente. Un ejemplo de estos casos puede ser Jeremy Lin, actual militante de los Houston Rockets, que, cuando su contrato estaba a punto de expirar con los New York Knicks, tras haber pasado por otros dos equipos sin protagonismo y sin haber jugado apenas unos minutos, aprovechó la lesión de dos de sus compañeros para demostrar la clase que guardaba entre sus manos. El base se convirtió en la sensación de la liga norteamericana con sus números y de no haber sido por una lesión en su rodilla, habría continuado hasta el final de temporada el que se había conocido como “The Jeremy Lin Show”, como lo llamaron muchos comentarista estadounidenses ante el espectáculo que otorgó durante varios encuentros.20150909-635774348869053088w

Una vez mostrado un modelo de esta clase de jugadores, podemos hablar sobre uno que se ha observado en los últimos días. La selección española, que  actualmente se encuentra disputando el Eurobasket, perdía para los octavos, que jugaban contra Polonia, a Rudy Fernández, uno de sus pilares. Ante esto, Scariolo se apoyó en un jugador defensivo, ya que para la ofensiva disponía de varios. Para esta tarea recurrió a un jugador que ya había entablado amistad con el banquillo, Víctor Claver que tantas veces había entrado en la convocatoria sin encontrar minutos. El valenciano realizó una buena actuación y contribuyó en buena medida al triunfo de España.

En los cuartos jugados hoy, Claver volvía al banquillo, debido a la recuperación de Rudy. El encuentro estaba siendo bastante complicado, ambos equipos defendían muy duro y la canasta se vendía a un precio alto. Los de Scariolo dominaron los primeros dos períodos, pero a la vuelta del descanso los griegos remontaron, aprovechando una bajada de ritmo considerable de España y apoyándose en Antetokounmpo, su mayor pilar en este encuentro.

En los últimos diez minutos los españoles necesitaban un empujón, alguien que fuera capaz de darles el ánimo que necesitaban para rehacerse después del duro golpe recibido tras la mejora griega. La carga era pesada, pero fue un jugador de banco el suficientemente fuerte para soportarla. Claver revitalizó a los de Scariolo luchando por el rebote  y defendiendo a Antetokounmpo como ninguno de los otros miembros del equipo había hecho, llegando casi a anularlo. La actuación del valenciano fue clave para el pase a semifinales, esa marcha de más, supuso un punto de inflexión, y aunque los griegos se lo pusieran difícil en los últimos sesenta segundos, la ventaja con la que se llegó a este minuto final fue en gran parte gracias a su actitud, ya que en anotación no destacó.

A la penumbra del banquillo está comenzando a llegar la luz que aportan los focos, y tras mucho tiempo con la cabeza gacha, aguilar-claver-ribas-scariolo-los-12-eurobasket-38358el nuevo fichaje del Lokomotiv ruso alza la cabeza para recibirla como a una vieja amiga que tuvo cuando militaba en el Valencia y el banco era más un conocido para el descanso que un íntimo en el que ver a sus compañeros. El jugador ha sabido aprovechar la oportunidad, ahora tiene que mantener el ritmo y demostrar que dejarle sentado tanto tiempo ha sido un error.