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Real Jaén y el bucle infernal

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El Real Jaén termina el año en una situación compleja. Deportivamente se está cumpliendo con el guión pero, otra vez, la espada amenazante del dinero pende sobre el futuro inmediato del conjunto blanco. Es un bucle infernal.

El equipo maneja bien sus posibilidades y ha logrado que se vuelva a hablar de fútbol con cierto tono de esperanza de cara al futuro deportivo. El técnico y los jugadores pasaron por una crisis no menor pero, por fortuna para todos, a partir de ese momento casi todo ha sido ganar.

A partir de ahí ya se conocen las claves para afrontar la segunda vuelta. El grupo es complicado, los rivales ya están claros y los argumentos deportivos del Real Jaén hacen conveniente un movimiento que amplíe la base y las posibilidades de recambio. El análisis lo ha hecho el entrenador cada vez que se le ha pedido. Tiene a los jugadores esperando y dispuestos, si no se eterniza el problema económico, a incorporarse al Real Jaén. Sin embargo nadie es ajeno a la dificultad que representa la falta de liquidez de la entidad. Se trata de una situación que siendo grave en el caso de los fichajes, puede ser dramática si las cosas no cambian para el futuro del Real Jaén.

Los aficionados, que viven con un pellizco en el estómago, no pueden ser los encargados de salvar la situación económica de la entidad. Ya han apoyado con su colaboración a principio de temporada. Las soluciones, las de verdad, deben llegar de la mano de la propiedad. Hacen falta soluciones de presente. El pasado ya no cuenta y hablar de futuro no tiene sentido si no se sale del complejo panorama actual.

La situación no es nueva. El club ha pasado por este secarral de soluciones muchas veces. Ahora, por desgracia, empiezan a sobrar las palabras, las alabanzas y las promesas a futuro. Es tiempo de que se empiecen a ver salidas ciertas.

Ojalá haya algún motivo de esperanza. Sería terrible que, una vez que lo deportivo fluye, se volviera a descarrilar por un mal cálculo económico. Ayudaría saber cómo y hasta cuando tiene previsto liderar esta nave Tomás Membrado. El cansancio es comprensible pero hay muchas ilusiones en el alambre, muchos corazones en un puño, mucha historia en alero y una ciudad que tiene en el Real Jaén un patrimonio del alma. Parecen cosas menores, inocuas pero si se suman y se agitan pueden alcanzar una dimensión inesperada. 

Puede ser buena idea que, al menos por Navidad, sigamos teniendo la inocencia del niño y pensar que para Reyes habrá soluciones. La inocencia es algo que nunca debemos perder…en defensa propia.