De la costa oeste estadounidense, bañada por el Pacífico, a la costa oeste australiana, frente al océano Índico. 14.800 kilómetros de distancia que ejemplifican, a través de la geografía, una constante en la carrera futbolística de Celia Jiménez (Alcaudete, 1995). Y es que la jiennense no entiende de distancias y fronteras cuando se trata de reforzar su idilio con el balón. Si ya dio muestras de ellos cuando salió de su pueblo natal, aún siendo una niña, para ingresar en la cantera del Sevilla FC, nada iba a pararla una vez alcanzada la madurez profesional.
2019 fue para la lateral española el momento de su confirmación. Si el año comenzó a lo grande con el debut en la liga estadounidense de la mano del Reign FC, el verano llegó para coronar el curso con la llamada de la Selección y un billete con destino al Mundial femenino de Francia. Cualquiera se habría conformado con saborear el momento pero Celia, una vez más, decidió redoblar su apuesta. Así, al término de la temporada en Tacoma, el fútbol la condujo hasta el continente australiano, donde aguardaba el Perth Glory FC.
Es evidente que la valentía y decisión son parte consustancial de su personalidad. Y quizás por ello, o a raíz de ello, el deporte le ha permitido empezar a desarrollar una flexibilidad extra sobre el terreno de juego a menudo insospechada para quienes juegan en la posición de lateral. Como ella misma reconocía en julio, el aprendizaje constante y la asimilación de ideas nuevas ha desembocado en la confirmación de Celia como una jugadora con influencia sobre amplias parcelas del campo. A su dominio del costado ha sumado una naturalidad asombrosa para desenvolverse en la zona ancha del césped y, aprovechando la nueva situación, la jiennense ha añadido a su arsenal el disparo de media distancia. Su primer fogonazo de renombre valió a su equipo para llevarse el derbi regional ante Portland Thorns. Y en Australia, como si de un entrenamiento de especialización se tratara, los nueve partidos disputados le han bastado para ver portería en tres ocasiones.
Llegados a 2020, la carrera de Celia sigue en línea ascendente y la nueva temporada en Estados Unidos se presenta como un escenario perfecto para comprobar hasta dónde puede llegar su carrera. En términos geográficos, la alcaudetense ya ha demostrado que el globo terráqueo no esconde misterios para ella. Durante los próximos meses, le bastará con terminar de conquistar los campos de fútbol que pise. No es tarea menor.
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