Hoy arranca el enésimo proyecto del Real Jaén en la era Membrado-Rodríguez. Una etapa que comienza como de costumbre, con esperpento de por medio. Esta vez, el proyecto nace entre harina, orégano, aroma a mozzarrella y un amplio abanico de promesas que difícilmente llegarán a buen puerto.
El italiano Massimiliano Di Bella ha sido presentado hoy como vicepresidente de esta entidad. Andrés Rodríguez ha presentado al empresario afincado en Jaén como principal sponsor privado del Real Jaén. Entre un repertorio de chistes y bromas, digno del mejor espectáculo cómico, Massimiliano y Rodríguez echaban por tierra un nuevo proyecto deportivo. El máximo accionista dejó caer incluso que la desconfianza en los, hasta hoy, trabajadores venía de largo en el tiempo.
Puskas, Checa, Julián Díaz y Marina han recibido hoy la notificación de su despido a través de correo electrónico. Mientras tanto, el bisoño vicepresidente asegura que no será Madre Teresa de Calcuta con Andrés Rodríguez. Añade además que este mismo lunes se disfrazará de explorador para descubrir la transparencia opaca del club. El ínclito presidente confía en el capital italiano para salvar un proyecto inacabado por Puskas. Es llamativo escuchar cómo rehúye ante preguntas relacionadas con etapas anteriores, con su ya muletilla «son cosas técnicas, o cosas privadas y particulares». Empieza bien el nuevo intento de proyecto transparente en la casa de los líos.
El éxito de este periplo se presupone imposible. De hecho, el propio Massimiliano ya avanza que no le temblará el pulso en mandar al presidente a «tomar por culo» si le engaña. Tal cual lo ha expresado esta mañana ante los periodistas que soportábamos atónitos tal espectáculo circense. Esta es solo la presentación de la función, el aperitivo del almuerzo, los ‘paninis’ con mantequilla. Los espaguetis a la carbonara llegarán a la mesa en breve.
Follow
