A lo largo del pasado mercado de fichajes se confirmaba una de las operaciones más sonadas, Diego Costa abandonaba el Atlético de Madrid y se convertía en nuevo jugador del Chelsea.
La historia del delantero hispano-brasileño no siempre fue tan fructífera como en los últimos años. Costa ha tenido que pasar por numerosas cesiones desde que fichara por el Atlético de Madrid (Albacete, Valladolid, Celta y Rayo Vallecano), donde no tenía hueco por la presencia de jugadores como Forlán, Agüero, Adrián o Falcao. El de Lagarto siempre fue una pieza secundaria en la plantilla rojiblanca, pero su carrera dio un giro tras su última cesión.
Recién salido de una lesión en la que tuvo que ser intervenido de su rodilla, Diego Costa ponía rumbo al Rayo Vallecano para disputar la segunda parte de la temporada 2011-12. En solamente 16 partidos, Costa fue una de las piezas fundamentales para los vallecanos anotando 10 goles y jugando a un alto nivel.
Tras esta cesión, Simeone quedó convencido de que quería al jugador en su equipo. Comenzó la siguiente temporada disputando un sitio en el once titular con Adrián, para acompañar en el ataque a Falcao. Poco a poco fue ganandose la confianza del técnico y de una afición que al principio no estaba convencida de que el jugador estuviera al nivel del club. Acabó la temporada como segundo máximo anotador del Atlético con 20 goles, 8 de ellos en la Copa del Rey (pichichi de la competición), incluido uno en la final ganada al Real Madrid en el Bernabéu. Acababa una gran temporada para el Atlético y para el delantero que ya era un ídolo de la afición.
La siguiente temporada no fue precisamente a menos. Falcao dejaba el Atlético por el Mónaco y Costa quedaba como referente en el ataque. Villa fue el fichaje que se hizo para ayudarle en el apartado goleador, además de un bendecido Raúl García. Pero Diego fue mucho más allá de las aspiraciones de cualquier aficionado, se convirtió en una bestia en el campo, luchaba cada balón y además estaba acertado de cara a portería. Explotó el mismo año en que el Atlético acabó con la hegemonía de Madrid y Barça al ganar la liga y si lo hizo, fue precisamente gracias al delantero. Acabó la temporada como máximo goleador del equipo y nacional con 36 goles, 27 de ellos en liga.
Al acabar la temporada muchos eran los equipos interesados en el delantero y su destino parecía claro: la Premier League. Y así fue, Diego Costa se convertía en nuevo jugador del conjunto ‘blue’ al que llegó tras un defraudador Mundial. Pero empezaba la temporada como acabó la pasada y es que en la pretemporada ya fue el máximo goleador del Chelsea.
Pero los goles no se le acabaron en esa preparación veraniega, ha dejado hueco para mucho más. En tan sólo 4 partidos que se han disputado de Premier, Costa ya ha marcado 7 goles; un registro histórico en la competición ya que nunca antes un jugado había conseguido esa cantidad de goles en tan pocos partidos.
La afición del Chelsea se ha quedado sorprendida con el rendimiento del jugador. La delantera era una de las posiciones donde el equipo había sido más débil la temporada pasada, que a pesar de contar con Eto’o, Fernando Torres y Demba Ba, ninguno de ellos tuvo un gran rendimiento.
El inicio de temporada del hispano-brasileño, totalmente adaptado al equipo y formando una gran sociedad con Cesc Fàbregas, ha hecho recordar a la afición al Drogba que llegó al Chelsea hace unos años y que se convirtió en una amenaza para todos los equipos. Actualmente, Costa y Drogba comparten equipo, tras la vuelta del marfileño, pero el que se lleva todos los elogios es el ex colchonero. Su potencia, fuerza, trabajo y acierto de cara a gol hacen recordar a la mejor versión de ‘El Elefante’, que tantas alegrías dio a la afición de Stamford Bridge.
La temporada ha comenzado como un tiro para Costa y el juego de la Premier parece venirle como anillo al dedo, así que si sigue a este nivel no tardará mucho en convertirse en un referente de la liga y una amenaza para cualquier rival del Chelsea que ose entrometerse entre ‘La Pantera’ y su cita con el gol.
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